martes, 7 de septiembre de 2010

oscura noche

Y él se culpaba. Sentía que había hecho todo mal, y que por su propia culpa ella había marchado. Pero él, él se equivocaba.

Ella marchó por que necesitaba volar. Buscaba su camino, y quería caminar sola. Probablemente con compañias esporádicas, experimentando y conociendose a si misma.

Él la valoró y la quiso como probablemente nadie más lo haría nunca. Pero ella no era capaz de verlo. Probablemente, aunque lo viera, no quería que así fuera. No le gustaba necesitar a nadie, o mejor dicho... la mayor de sus verdades era, que no le gustaba que nadie la necesitara.

Salió huyendo, rompiendo corazones, y con lagrimas que recorrian los rostros de ambos... abrasando sus mejillas. No quería mirar atrás por qué temía no poder continuar.

Sintió que lo echaría muchísimo de menos, que siempre quedaría un hueco para él en su modesto corazón. No se atrevió a mirarlo a la cara, sabía que si lo veía sufrir, sacrificaría su corazón y se quedaría junto a él...su gran amigo, no su gran amor.

Con una grave y sangrante herida en el corazón, él la dejo ir...pues tanto la quería...

Ella, nunca se perdonaría hacerle tanto daño a alguién, pero mucho menos, muchísimo menos a él.

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